Dieta equilibrada la mejor aliada contra la celulitis.

Por: Mick

Alimentación: un poco de todo sin abusar
Comer bien se refleja no sólo en la báscula, también en nuestro aspecto general: pelo brillante, sentido del humor, resistencia frente al cansancio, etc.

La ración ideal: En una dieta sana se debe comer de todo sin abusar de nada. Las porciones ideales de cada grupo de alimentos han sido medidas por la Organización Mundial de la Salud. En primer lugar el grupo de cereales-arroz-pastas (6-8 porciones), vegetales (3-5 porciones), frutas (2-4 porciones), lácteos (2-3 porciones), pollo- pescado- carne- legumbres- huevos (1-2 porciones) y finalmente el grupo de grasas, aceites y azúcar debe ser un complemento mínimo.

No a las dietas draconianas: Además de estar pasadas de moda, las dietas estrictas pueden atentar directamente contra la salud. En ocasiones resulta mucho peor el remedio que la enfermedad. Cuando existe un sobrepeso de más de cinco kilos, lo más apropiado es consultar al médico.

Desintoxicación semanal. Un día a la semana a base de zumos, agua mineral y caldos vegetales, es el sistema más eficaz para depurar el cuerpo. Para conseguir la hidratación adecuada, será necesario tomar como promedio un total de dos litros en invierno y tres en verano.


Un baño tonificante

Baño de propiedades
Un baño, además de apetecible puede convertirse en un tratamiento de lujo dentro de casa. En una sola sesión, el cuerpo se ensalza de pies a cabeza. En momentos bajos actúa como un potente revulsivo. Sólo hay que tener especial cuidado con no poner el agua demasiado caliente.

Por otra parte resulta muy vigorizante finalizar con chorros alternativos de agua fría o templada. Si adoramos el agua caliente, habrá que advertir que los baños por encima de 37 grados no deben exceder de diez o quince minutos. Además antes de sumergirnos en una bañera de agua extraordinariamente caliente, debemos descartar problemas de tensión baja y mala circulación, ya que nos podríamos llevar un buen susto.


Nutritivo. Este efecto se consigue disolviendo en el agua aceites hidratantes (jojoba, germen de trigo, etc.), algas o cosméticos preparados para nutrir la piel.

Tonificante. Añadir a la bañera aceites vigorizantes o bálsamicos: limón, frambuesa, pino, romero, eucalipto, ciprés, etc.

Relajante. Con el agua a la misma temperatura del cuerpo y esencias sedantes: sándalo, mejorana, lavanda, etc.


Fuente: http://mujer.terra.es/muj/articulo/html/mu2310.htm

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